viernes, 8 de junio de 2012



La complejidad de los medios de comunicación y su papel  en la sociedad.

RESUMEN:

Este texto centra la atención en el análisis de la complejidad ,rol y de la identidad en relación con la comunicación . Más concretamente, en los medios de comunicación de masas y cómo se emplea el lenguaje en ellos. El planteamiento, por lo tanto, es discernir hasta qué punto el diálogo intercultural en el espacio social .

PALABRAS CLAVES: Medios, complejidad, sociedad, libertad de expresión, derechos humanos,poder.

Medios de comunicación y su papel en la sociedad.

Las reflexiones sobre los medios de comunicación se centran tradicionalmente en la capacidad de las instituciones mediáticas y de las tecnologías de comunicación de desempeñar un papel en la democratización de las sociedades, en la creación de una esfera pública a través de la cual las personas pudieran participar en asuntos cívicos, en el realce de la identidad nacional y cultural, en la promoción de la expresión y el diálogo creativos. En casi todos los contextos nacionales, se considera necesaria cierta forma de intervención -o regulación- gubernamental que permita a los medios de comunicación desempeñar uno u otro de los roles antes mencionados. Tan pronto como la producción y distribución de los medios requiera un mayor grado de organización y de recursos que los que pueden proporcionar artistas o creadores individuales que trabajan en grupos relativamente pequeños -es decir, tan pronto como los medios de comunicación se industrialicen- normalmente el estado asume cierta forma de organización estructural, ya sea directamente o a través de una autoridad a distancia. Esto se puede hacer de varias maneras. Como si se tratara de el modelo de mercado libre, el estado crea un ambiente en el cual las corporaciones de los medios de comunicación gozan de plena libertad para operar comercialmente; el acceso al mercado en algunos sectores tales como la difusión sigue estando controlado fundamentalmente mediante la concesión de frecuencias de transmisión, mientras que el área de la prensa escrita queda abierta a cualquier persona que disponga de los recursos para poseer y operar un medio de comunicación. En el modelo autoritario, los medios de comunicación se consideran una extensión de la autoridad estatal. El modelo de servicio público pone énfasis en la creación de servicios de radio y televisión al servicio público, en el financiamiento de unos medios de comunicación no lucrativos basados en la comunidad y en varias restricciones sobre la propiedad de los medios de comunicación comerciales (limitando la cantidad de puntos de distribución que una firma particular podría controlar o prohibiendo que los propietarios de dichos medios de comunicación sean extranjeros). En realidad, en muchas sociedades, si no en la mayoría, los medios de comunicación funcionan según un modelo mixto basado en una combinación de dos o más de los antes mencionados. En la mayoría de los casos existe una instancia reguladora que dicta y controla las reglas de funcionamiento a nivel nacional.
En la actualidad, todo el mundo reconoce que la lógica del mercado es la que predomina y la que impone sus valores y sus condicionamientos sobre los modos de producción y de distribución, lo que acarrea consecuencias mayores sobre los contenidos y la naturaleza misma de la información. Ahora bien, aquí aparecen nuevos desafíos mucho más complejos relacionados con la concentración de medios de comunicación, la uniformización y la pobreza de los contenidos, el desequilibrio de los flujos de información y la falta de diversidad cultural, el papel regulador de los Estados en los planes nacionales e internacionales, y la necesaria redefinición de un servicio público en términos de información.

Además de esto, la reciente revolución digital viene a cuestionar a los medios de comunicación respecto a su propia definición y redefine su papel en términos completamente inéditos colocándolos en una “sociedad de la información” que se esfuerza por delimitar.

La relación entre los medios de comunicación y la sociedad de la información plantea efectivamente un desafío aparentemente paradójico. Por un lado, los medios de comunicación de masa (prensa, radio, televisión) viven un proceso de concentración de la propiedad y de integración horizontal y vertical de sonido, audio e imagen gracias al advenimiento del soporte numérico. Por otro lado, Internet y el soporte digital en general individualizan y democratizan el acceso a la comunicación y a la interacción, permitiendo el desarrollo inédito de nuevos medios alternativos o cooperativos que afectan al mismo tiempo a los medios masivos tradicionales.

   Medios Complejos

La propiedad de la mayoría de los medios de comunicación está concentrada en unos pocos grandes grupos empresariales.
La forma de pensar de los periódicos (también de las radios y de las televisiones) y de muchos periodistas ha pasado de considerar al receptor como lector (oyente o telespectador) a considerarlo como un consumidor. Y eso homogeneiza. Por ello insisto en que siguen siendo medios de masas, que sí pertenecen a industrias culturales. Porque frente a la comunicación multidireccional de otros medios, como por ejemplo Internet, para la prensa, la radio y la televisión el receptor es un consumidor de información en un esquema comunicativo que, en apariencia, dispone de numerosos emisores y numerosos receptores, pero que, en realidad, el número de emisores es bien reducido, debido a la citada concentración de los medios de producción en el sector de la comunicación. Pero, además, el receptor es consumidor, no de una información abierta a la opinión pública, sino de una información que llega ya empaquetada. La estructura, formación y forma de trabajo en la prensa impiden que los periodistas sean capaces de entender la complejidad.
La razón es que las técnicas discursivas que utilizamos los periodistas no son las adecuadas para reflejar una realidad más compleja que la que intentamos describir. Dicho de otra manera, si la función del periodista es explicar de manera sencilla la realidad, siendo ésta una realidad compleja, cabe preguntarse hasta qué punto el afán de sencillez del lenguaje periodístico ayuda o es contraproducente al entendimiento de esa complejidad. Esta relación entre sencillez explicativa y complejidad explicada podemos observarla tanto en el fondo (conceptos) como en la forma del discurso periodístico.
En el fondo, porque son estos medios de comunicación, y no otros, los que establecen la agenda de lo que va a conocer y no va a conocer la opinión pública. Lo que no es noticia no es conocido por la opinión pública. Es la agenda de los medios lo que impone, aún hoy, de qué vamos a hablar y de qué no. Y este establecimiento de la agenda supone ya un importante sesgo para la interpretación de la realidad que pueden desarrollar los lectores/consumidores. Un claro ejemplo lo vemos con el fútbol, donde millones de personas en todo el mundo están viendo al mismo tiempo un mismo partido de fútbol y diversos medios de comunicación están informando al mismo tiempo de ese mismo partido de fútbol, lo que provoca que millones de personas en todo el mundo hablen sobre todo de ese partido de fútbol y no de otros temas.
En la forma, porque el lenguaje periodístico se ha simplificado de tal manera que propaga los esquemas dicotómicos y las interpretaciones basadas en estereotipos como mecanismos de interpretación. Más allá de la existencia de estereotipos buenos, malos o neutros, la cuestión es si su uso es suficiente o insuficiente para entender y explicar la realidad de nuestras sociedades y promover sentimientos identitarios acordes a esa complejidad. Y algo similar se puede plantear con los prejuicios culturales. Lo que, en resumen, planteo es que, en el estudio de la identidad y de la complejidad y movilidad, se tenga en cuenta que los medios de comunicación son uno de los principales medios de socialización, para saber si los esquemas estáticos, estereotipados y dicotómicos del lenguaje periodístico capacita o incapacita a los periodistas para comprender las realidades emergentes y la diversidad.

  Comunicacion para el desarrollo, una propuesta trasdisciplinaria.

Hoy los medios cumplen un papel de enorme relevancia en la cultura. En un momento en que todos los valores y las formas tradicionales parecen estar en crisis, los medios remplazan a la educación formal, es decir, educan; los medios influyen decisivamente en la política, es decir, gobiernan y también se erigen en jueces de lo bueno y lo malo, es decir, moralizan. ¿Está mal esto? Digamos que es un hecho. Por un lado podríamos decir que los medios masivos, precisamente por ser masivos, no tienen la calidad requerida como para pretender moldear a las personas, sino que les falta la artesanía que requiere cada persona como ser único e irrepetible. Pero, por otra parte, en situaciones de crisis como esta, los medios cumplen un papel más importante del que cumplirían si tuviéramos una educación fuerte, una política fuerte o una cultura fuerte .Por eso, aunque lo ideal no fuera que los medios educaran, gobernaran o moralizaran, al menos si están en esa posición, que podamos exigirles mensajes claros, veraces y promotores de la dignidad de la persona. Esto los engrandece más que lo que podrían ellos solos.
De todas maneras, si hoy tuviéramos que juzgar el contenido de este mensaje, creo que nos encontraríamos, al menos, con un panorama desconcertante. Y, sobre todo, con una enorme irresponsabilidad, que surge de haber descartado alegremente el fin legítimo de los medios, para remplazarlos por otros no tan legítimos. Si queremos ser profetas de la verdad debemos volver a remarcar el fin.Y además saber que la enorme riqueza que tienen los medios de comunicación es que unen a los hombres, son como un puente que se tiende entre los hombres para poder caminar verdaderamente juntos. Y los medios de comunicación social son puentes tendidos a todos los hombres de todo el mundo, en una historia que corre camino a una globalización cada vez más pronunciada.
Si los medios, en lugar de unir, provocan conflictos, confunden y dividen a los hombres, entonces no están cumpliendo su objetivo y habrá que hacer una especie de revisión de toda su historia para ver cuándo es que hemos perdido el rumbo y cómo podemos volver a recuperarlo.

   CONCLUSIONES.

Los Medios pueden a veces reducir a los seres humanos a simples unidades de consumo, o a grupos rivales de interés, o a manipulados espectadores, lectores y oyentes considerados números de los que se obtiene un rendimiento, sea en ventas o en apoyo político. Y todo ello destruye la comunidad. La tarea de la comunicación es aunar a las personas y enriquecer sus vidas, no aislarlas ni explotarlas.

REFERENCIAS:



CASTELLS, Manuel (1998). La era de la información. Vol. 2. Madrid: Alianza

BRUNNER, José Joaquín y CATALÁN, Carlos (1995). Televisión: libertad, mercado y moral.
MURCIANO, Marcial (1992). Estructura y dinámica de la comunicación internacional

SITIOS WEB ESPECÍFICOS AL CARÁCTER ACADÉMICO:

JIhttp://www.nostresport.com/portada/Portada/muestraAtemporal.html?id=339
COMPLEJIDAD...http://www.acp-eucourier.info/es/content/paradoja-debilitamiento-de-los-medios-de-comunicaci%C3%B3n-period%C3%ADsticos-con-la-democracia-0
COMPLEJIDAD.http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/05/11/la-prensa-diaria-se-debilita/
http://www.rnw.nl/espanol/article/la-complejidad-de-los-medios