viernes, 27 de abril de 2012


Mala manipulación de la radio Lambayecana

Todos sabemos que la radio cumple un rol protagónico en la sociedad pero sin embargo la radio en  nuestra región Lambayeque, tan solo se limitan a  tomar declaraciones oficiales de las autoridades y de aquellas personas que tienen el poder, no hay destapes periodísticos,  menos investigación; se quedan en el hecho informativo, pasan de la  información básica a la opinión (incluso calumnia, difamación) con mucha  facilidad. No encontramos puntos intermedios de análisis o interpretación de los  hechos. Así tampoco ubicamos editores de política en los medios que permitan tener  por lo menos una interpretación real  del comportamiento de los políticos, cada opinión lo hacen de acuerdo a sus intereses. 
Por otro lado los periodistas son reporteros que solo  cubren temas locales y  policiales y no están formados para el análisis político ni funcionan como  editores políticos que nos digan la verdad y se preocupe por el bien de su localidad.
En las zonas rurales, la situación es otra. Los periodistas son dueños,  directores y conductores de las emisoras, eventualmente sirven de dateros para los medios de la capital. Sin embargo, con escaza infraestructura y  formación básica, los periodistas de provincias mantienen una fuerte incidencia en  su localidad, generalmente sus emisoras ocupan la primera sintonía en su ámbito.
En Lambayeque ,existen radios cuyos programas periodísticos funcionan mediante espacios alquilados a la  emisora por los propios periodistas. El rating se disputa de 6 a 9 de la mañana,  con periodistas que tienen características similares: lenguaje polémico, denuncias y acusaciones candentes que buscan escarbar en situaciones personales. Sus fuentes son la lectura de diarios, muy pocas tienen reporteros.
Es por este problema que la ciudadanía se encuentra desinformada de realidad existente en la región Lambayeque  ya sea por la manipulación y la conveniencia de algunos que se hacen pasar por comunicadores y así también por las autoridades que hacen que estas radio-emisoras sigan engañando a la población .
Esta situación también se observa en los programas juveniles que exhortan de alguna y otra manera a que los oyentes se adecuen a un estilo que proporciona unos malos hábitos ya sea en el modo de hablar (jergas).

 La radio no solo debe ser política , sino también  cultural. Algo que nos sorprende siempre es que, habiendo tanta presencia de cultura  en la región, no haya una agenda cultural permanente en las radios.
 La visión de la comunicación en las radios lambayecanas, debe estar ligada estrechamente a la realidad, para que nos vayamos acercando de verdad, pero sin embargo no lo hace.